La Abdominoplastia consiste en la extirpación del exceso cutáneo y grasa abdominal y en la corrección de la flaccidez muscular.
Se realizará una incisión por encima del pubis que se prolongará hacia las caderas. También se realiza una segunda incisión alrededor del ombligo, para poder separarlo de los tejidos de alrededor.
A continuación, se liberará la piel de la pared abdominal hacia arriba hasta alcanzar las costillas, exponiendo los músculos abdominales, y se traccionará hacia abajo.
La musculatura abdominal quedará tensada y unida en la línea media mediante suturas reforzadas, proporcionando así una pared abdominal firme y una cintura más estrecha.
La piel separada es estirada en dirección al pubis y la piel sobrante extirpada. El ombligo se recoloca en su nueva posición. Finalmente, se realizarán las suturas y se colocará un vendaje compresivo con una faja abdominal presoterápica para disminuir el dolor y los hematomas postquirúrgicos. A la vez, se colocarán unos drenajes temporales para eliminar el exceso de fluidos que pueda acumularse en la zona abdominal.
Frecuentemente, la Abdominoplastia va asociada a una lipoescultura del contorno corporal asistida por Láser para llevar a cabo un procedimiento integral del contorno corporal el cual remodelará la silueta corporal, armonizando los contornos corporales.
Una abdominoplastia completa suele durar entre 2 y 3 horas, dependiendo de la cantidad de exceso de grasa y de piel y de la musculatura abdominal. Se llevará a cabo bajo anestesia general.
Este procedimiento puede reducir drásticamente el aspecto abombado del abdomen, coloquialmente conocido como “tripa”. A cambio, deja una cicatriz que, dependiendo de la extensión del problema original y de la cirugía requerida para corregirlo, puede ser más o menos larga.
La abdominoplastia conseguirá un “efecto planchado“ del abdomen quedando más plano, más firme y una cintura contorneada y más estrecha.