A medida que van pasando los meses de embarazo la zona abdominal se va distendiendo para permitir el crecimiento del bebé. La musculatura abdominal tiene que soportar una gran tensión de manera que acaba diseccionando la membrana fibrosa del abdomen provocando una diástasis o separación de la musculatura abdominal. La distensión de esta musculatura puede comportar flacidez, hernias intestinales, incontinencia urinaria, etc.