Después del embarazo la musculatura abdominal queda distendida por la gran tensión que ha tenido que soportar durante 9 meses por el crecimiento del bebé de manera que quedará de forma permanente una diástasis o separación de la musculatura abdominal. La distensión de esta musculatura puede comportar flacidez, hernias intestinales, incontinencia urinaria, etc.