08 Jul
Aumento y perfiloplastia de labios
El aumento y perfiloplastia de labios es una de las intervenciones de estética más solicitadas en la actualidad, que busca conseguir una cierta armonía con la forma del rostro y los otros elementos de la cara al corregir alteraciones de carácter estético como desproporciones de tamaño, depresiones y arrugas.
Se realiza mediante una técnica mínimamente invasiva bajo anestesia local de la zona peribucal a tratar para que el tratamiento sea totalmente indoloro. Posteriormente, se infiltra materiales específicos para la zona de los labios.
Los materiales de relleno empleados en el aumento de labios se dividen en dos grupos: los permanentes, cuyo resultado perdura tiempo indefinido y, los temporales en los que se recurre a materiales reabsorbibles con los que al cabo de un tiempo el relleno conseguido en la intervención desaparece.
Los métodos o procedimientos son los siguientes:
1- Plastia, método definitivo en el que se trasladan tejidos del mismo labio de una parte hacia otra consiguiéndose, con el avance de la mucosa labial desde la parte interna hacia la externa, una apariencia de labio más ancho, quedando la cicatriz oculta dentro de la boca.
2- Lipofiling o injertos de la propia grasa del paciente en el labio, que se suele realizar cuando se interviene simultáneamente en otras zonas que sirven de donantes, principalmente en caso de estiramiento facial, con resultados permanentes. Aquí, es la propia grasa del paciente que, una vez extraída por liposucción, es procesada, purificada y, por último, inyectada en el labio y que carece de algunos de los potenciales efectos secundarios que presentan los materiales sintéticos.
3- Implantes del material elegido, presentado en forma de jeringa con aguja muy fina, precargada y estéril, con la que se realizan pequeñas incisiones en el labio, en un tratamiento que apenas dura 30 minutos, en el que se realizan infiltraciones muy sencillas con las que se intentan reemplazar sustancias que se encuentran de manera natural en la epidermis pero que se han ido deteriorando por factores fisiológicos, como el paso del tiempo, y otros externos como el abuso de exposición solar, el tabaco o el alcohol.
Los materiales que se pueden utilizar son muy variados:
– Artecol, que consiste en bolas microscópicas de metacrilato mezcladas con colágeno, el equivalente actual a la silicona, en el que debe hacerse un test alérgico por llevar colágeno en su composición. Aquí, el mecanismo de llenado no es sólo por el volumen que se introduce sino también por la fibrosis que provoca, por lo que se debe implantar en varias veces. Su duración es imprecisa e individual, entre 1 y 2 años y en algún caso permanente.
– Goretex, método definitivo que presenta numerosas complicaciones entre las que destacan la rigidez y sensación de “labios duros” y la exteriorización del material implantado.
4. Colágeno bovino, con efectos muy cortos, es uno se los compuestos orgánicos más utilizados, con una capacidad de provocar reacciones alérgicas que obligan a realizar una prueba o test cuya negatividad no exime del riesgo de provocar dicha reacción en el momento de la inclusión.
5. Ácido hialurónico: de origen no animal, dura entre 6 meses y un año, también utilizado para corregir arrugas finas y superficiales
El Ministerio de Sanidad y Consumo prohíbe el uso de la silicona puesto que, mientras en cualquiera de los demás casos el material inyectado se puede retirar con una pequeña incisión, en el caso del aceite de silicona esto es totalmente imposible.
Muchas veces es mejor realizar el tratamiento en dos tiempos, de manera que primero se inyecta la cantidad acordada con el paciente y, una semana o diez días después, se realiza una consulta y los retoques que se crean necesarios.
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